Bancos privados reclaman reducir impuestos para ampliar el crédito

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Un informe del IERAL, encargado por ABA y ADEBA, aseguró que la carga tributaria representa el 44% del costo financiero total de los préstamos. El rol del Estado, en el fondo del debate

En un contexto de contracción del crédito, los bancos privados salieron, una vez más, a reclamar una baja de impuestos a los distintos gobiernos. Las entidades que los agrupan difundieron este jueves un informe que plantea que la carga tributaria directa e indirecta explicaría alrededor del 44% del costo financiero total (CFT) de los préstamos. En esa línea, insistieron en la necesidad de reducirla para lograr una ampliación del financiamiento al consumo y a las empresas.

El estudio vuelve a poner el foco del bajo dinamismo crediticio del país en la cuestión impositiva, lo que por añadidura asocia un eventual incremento de los niveles de inversión necesarios para reactivar la economía con un achicamiento del Estado, algo que choca con la política oficial. El texto fue elaborado por el instituto IERAL de la Fundación Mediterránea, una tradicional usina de pensamiento liberal cordobesa, por encargo de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), cámara que agrupa a las entidades financieras privadas de capital extranjeros que operan en el país, y la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), que nuclea a banca privada de capitales locales.

El informe asegura que, a partir de 2009, uno de los factores que incidió sobre el encarecimiento del crédito fue la suba en la presión tributaria “especialmente en lo que respecta a tributos provinciales y municipales”. Por ejemplo, muestra que el promedio de las alícuotas de ingresos brutos (IIBB) que cobran las provincias se duplicó entre ese año y el presente al pasar del 4,2% al 8%. Si bien carga las tintas contra los gobiernos de todos los estratos, esto resulta también un tiro por elevación a la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta, que este año comenzó a gravar con IIBB a las Leliq y las compras con tarjetas de crédito (exentas hasta 2020).

De acuerdo con un ejercicio hecho por el IERAL con un supuesto de tasa de interés anual del 40%, el costo financiero total de los créditos personales e hipotecarios (cuando no se trata de vivienda única) se eleva en un 42,5% hasta alcanzar una tasa del 57% al incorporar los tributos directos, como el IVA, el impuesto a los débitos y créditos bancarios, los impuestos provinciales de sellos e ingresos brutos (IIBB) y la tasa municipal por inspección de seguridad e higiene. En el caso de los créditos que toman empresas, que tienen una alícuota menor en el IVA sobre los intereses (10,5%), el CFT pasa del 40% al 52,2% o al 47,3%, cuando el IVA es utilizado como crédito fiscal por el prestatario.

“Si además de los impuestos que afectan directamente el CFT, se consideran también otros tributos (especialmente nacionales) que gravan la actividad bancaria, tales como los aportes y contribuciones a la seguridad social, el impuesto a las ganancias y otros, la carga tributaria explicaría alrededor del 44% del total”, señaló el estudio.

«Para crecer en crédito y en inversión, es necesario que la política elimine las distorsiones que generan el sobrecosto argentino, que no le permite a la actividad económica ser competitiva», reclamó Claudio Cesario, presidente de ABA. Por su parte, Javier Bolzico, presidente de ADEBA, agregó: “El sistema financiero está en condiciones de ser uno de los puntales del crecimiento y la inclusión financiera. Ello requiere políticas consistentes con esos objetivos, entre ellas un esquema tributario, en todos los niveles de gobierno, que aliente el crédito a personas y empresas”.

Consultados por Ámbito, en las distintas dependencias del Gabinete económico evitaron hacer comentarios sobre el informe. Aunque, en líneas generales, la mirada del oficialismo al respecto es que los bancos se acostumbraron en los últimos años a tomar el dinero de los depositantes y colocarlo en instrumentos del Banco Central, como las Leliq, en lugar de realizar el trabajo de prestarle al sector privado. Una dinámica que escaló con la política de altas tasas de interés aplicadas durante el Gobierno de Cambiemos y sostenida ahora (con menores tasas) en la estrategia de reabsorber los pesos emitidos para financiar al Tesoro.

Lo cierto es que el año pasado se registró un récord de crecimiento del crédito, pero impulsado por las políticas desplegadas por el Gobierno durante el ASPO para subsidiar tasas de líneas a las empresas para el pago de salarios. Actualmente, los préstamos al sector privado acumulan ocho meses consecutivos de caídas en términos reales y en julio se contrajeron 10,7% interanual. En adelante, se espera un repunte de las líneas destinadas al consumo de la mano del impulso oficial a través de programas como el relanzado Ahora 12, que cuenta con hasta 30 cuotas.

Fuente (Ambito)

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